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Europa hacia una Economía Circular
 

La Comisión Europea recoge en su Plan de Acción 54 acciones enfocadas a un diseño circular de productos, el reciclaje y reutilización de residuos y el consumo responsable.

¿Qué es la Economía Circular?

La economía circular es una alternativa al actual modelo lineal que consiste en lo que conocemos actualmente: extraer recursos naturales, transformar, producir, consumir y tirar (también llamado modelo de usar y tirar). En cambio, la Economía Circular busca que el crecimiento económico no esté relacionado con el consumo de materias primas y energías no renovables.

La Unión Europea vio que necesitábamos un cambio al modelo lineal y comenzó a fomentar la Economía Circular. Por ello, en 2015 la Comisión Europea creó un Plan de Acción de Economía Circular con el objetivo de impulsar el empleo, el crecimiento económico, a la inversión y para desarrollar una economía neutra en carbono, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.

¿Qué significa exactamente Economía Circular?

- Diseño de productos: Consiste en fabricar productos más eficientes a lo largo de todo su ciclo de vida. También contemplan la eficiencia de los materiales, por ejemplo la disponibilidad de piezas, facilidad de reparación, y facilitar el tratamiento de la gestión del producto al final de su vida útil.

- El papel de los consumidores: El paso hacia una Economía Circular necesita un compromiso de los usuarios para cambiar las pautas de consumo. Si los productos tienen etiquetas donde nos informan de la durabilidad, la reparabilidad de los productos, un consumidor puede elegir la opción más sostenible.

- Convertir los residuos en recursos. El paquete de medidas de Economía Circular señala que para el 2030, el 70 % de todos los residuos de envases y, para 2035, el 65 % de los residuos municipales se reciclen, mientras se reduce la eliminación en vertederos de residuos al 10 %. A los países con peores índices de reciclaje como Grecia, Croacia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Rumania, Eslovaquia y Bulgaria se les permite una prórroga de cinco años.

El problema de los plásticos

El problema de los plásticos es de sobra conocido: desde los envases que no siguen su línea formal de reciclaje, hasta los microplásticos derivados de estos y de otros productos procedentes del consumo humano (lavado de ropa sintética; detergentes, cosméticos…).

Los plásticos están presentes en el primer marco político que la UE adopta sobre su ciclo de vida para integrar el ecodiseño, el uso, la reutilización y el reciclaje en las cadenas de valor de los plásticos. La estrategia establece que para el 2030, todos los envases de plástico puestos en el mercado de la UE serán reutilizables o reciclables.

Esto no es fácil. Se necesitan más esfuerzos para alcanzar el objetivo ya que se quiere asegurar que 10 millones de toneladas de plásticos reciclados se utilicen en nuevos productos para el año 2025 y, la información que manejan los recicladores, señalan que la industria demandará 6,2 millones de toneladas de plásticos reciclados para 2025. Es una gran diferencia entre el objetivo y los datos previsibles por lo que dependerá claramente de nosotros, de los consumidores.

¿Conseguiremos una Economía Circular en Europa?

Con todas las medidas que ha establecido la UE se diría que sí. Estas medidas conducen a nuevos modelos de negocios circulares, basados en el uso compartido, la reutilización, el reciclaje, la eficiencia energética y de materiales y los nuevos patrones de consumo. Con estas medidas cumplidas conseguimos reducir una gran cantidad de emisión de gases de efecto invernadero.

Para conseguirlo, necesitamos la colaboración de todos: empresas, administraciones y la ciudadanía. Las empresas reducen sus costes de producción y apoyan nuevas formas de interacción comercial, como la simbiosis industrial y proveer y facilitar el uso compartido de bienes.

Además, la circularidad y la sostenibilidad en el suministro, uso y tratamiento de las materias primas serán clave para garantizar la seguridad necesaria de aquellos, la igualdad de condiciones con los competidores industriales y el liderazgo de la sociedad que lo ponga en marcha para la producción de tecnologías estratégicas de baja emisión de carbono.

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